Los pasados días 13, 14 y 14 de marzo, se ha desarrollado en Paris el coloquio “Les ruines de la patrimonialisation” organizado por el Laboratoire Architecture Anthropologie (LAA). en el que el Instituto Universitario de Urbanística propuso la mesa redonda: “El decorado como ruina: a propósito de los instrumentos y métodos de declaración, protección y valoración del patrimonio urbano e industrial”.
Nuestra participación tuvo lugar el sábado por la mañana, en la sala Vasari del Instituto La mesa estuvo coordinada por María Castrillo y sus contenidos contaron con la participación de Alfonso Álvarez Mora, Juan Luis de las Rivas Sanz, Marina Jiménez Jiménez, Luis Santos Ganges, José Luis Lalana Soto, y Víctor Pérez Eguíluz. Para quienes estén interesados, compartimos en este blog un resumen de sus contenidos, así como el programa del coloquio.
Presentación de la temática general de la mesa redonda (María CASTRILLO ROMÓN y Víctor PÉREZ-EGUÍLUZ).
La amenaza de mercantilización del patrimonio anunciadas antaño por Françoise Choay (L’allégorie du patrimoine, 1992) se conjuga hoy en términos turísticos y/o inmobiliarios en muchos territorios urbanos patrimonializados en los que se comprueba la importancia y efectividad de los procesos no sólo de resignificación sino también de transformación física.
El debate que se propone gira en torno a los fines y efectos de algunos instrumentos y métodos aplicados desde instancias internacionales, nacionales o locales para la regulación de la transformación física del “patrimonio urbano histórico” y el “patrimonio industrial” (dos de las categorías más generalizadas en la actualidad). El objetivo es discutir las prácticas de “reconocimiento”, “preservación” y “recuperación” del patrimonio urbano histórico y del patrimonio ferroviario, confrontando los discursos institucionales que las sostienen con el alcance de los útiles a través de los que operan: ¿Qué sentido se pretende para dichas prácticas y qué efectos producen los instrumentos y métodos dispuestos ad hoc?
La hipótesis que discuten las tres intervenciones de esta mesa redonda es que la acción de los poderes públicos e instituciones encargados de la salvaguardia el patrimonio urbano es clave en procesos de transformación material del patrimonio que (i) priorizan criterios estéticos (al tiempo que niegan, obvian o marginan consideraciones de tipo social o científico) y (ii) que operan por reducción de los bienes culturales heredados a fragmentos (ruinas) que van conforman decorados urbanos. Estos decorados resultarían ser funcionales, por un lado, a la mercantilización de los bienes culturales pero también, por otro, a la visibilidad –la escenificación‐ de la acción pública en materia de protección del patrimonio.
1. Presentación de la intervención “’Declarar patrimonio’ o el retorno de lo pintoresco. Paisaje Urbano Histórico, concepto guía en la gestión de la ciudades Patrimonio Mundial” (Juan Luis DE LAS RIVAS SANZ y Marina JIMÉNEZ JIMÉNEZ).
El concepto de “paisaje urbano histórico”, propuesto por la UNESCO en la gestión de las ciudades Patrimonio Mundial (“The Historic Urban Landscape: Managing Heritage in an Urban Century”, Bandarin & Van Oers, 2012), representa la evolución reciente del proceso de “patrimonialización” de la ciudad histórica. La referencia al paisaje se introduce para relacionar las diferentes dimensiones del patrimonio local: natural, urbano e inmaterial. Esta lectura “integradora” del patrimonio como “paisaje cultural”, corre sin embargo el mismo riesgo que otras aproximaciones paisajísticas: la prevalencia de lo visual. El paisaje está sometido a la mirada y a su capacidad interpretativa. Apoyándonos en el conocimiento y experiencia de trabajo en dos ciudades Patrimonio Mundial, Salamanca (Proyecto de Plan de Gestión, 2011) y Segovia (DOTSe 2002 y otros), proponemos un debate sobre lo anterior. La presión mercantilista impone a la ciudad histórica una obsesión por el turismo y sus derivados. La gestión, como en los espacios comerciales, se dirige a primar la experiencia que activa el valor de la mercancía. Una experiencia que necesita una escenografía. Mientras la defensa de la complejidad de la ciudad histórica, de su vitalidad y diversidad, apela a lo intangible, el acento en el “paisaje cultural” (su potencial integrador) sucumbe en lo pintoresco. Es verdad que la planificación no puede prescindir de lo que Jane Jacobs denominó “orden visual” y que la arquitectura interpreta como calidad del diseño urbano (lo pintoresco en positivo). Pero el espacio histórico ya está dotado de dicho orden, casi teatral, con o sin las interferencias de lo nuevo. El problema está en la reducción de lo urbano a simple decorado, el olvido de las estructuras del paisaje menos evidentes, de la compleja morfología de lo urbano cotidiano (lo pintoresco en negativo).
2. Presentación de la intervención “¿’Proteger’? Las prácticas de la conservación patrimonial como inductoras de la degradación, el abandono y la ruina” (Alfonso ALVAREZ MORA)
El objetivo de la ponencia es mostrar cómo los instrumentos que se utilizan, con más asiduidad, para proceder a la conservación del patrimonio urbano, piénsese en los Catálogos, no sólo no contribuyen a hacer posible la permanencia de aquel, sino que, por el contrario, aceleran su deterioro. Por otro lado, y dado que dichos Catálogos seleccionan una parte del patrimonio urbano, permiten, legalmente, la eliminación real del resto. No nos vamos a referir solamente a las acciones que se derivan de la instrumentalización de estos Catálogos, extendiendo nuestras indagación a cuantas medidas se pongan en marcha para, en principio, hacer frente al deterioro patrimonial, siempre, con la intención de mostrar esa relación fatídica entre políticas de conservación y destrucción patrimonial. Para todo ello, nos serviremos del trabajo que hemos desarrollado, en casi sesenta municipios españoles que contienen un Conjunto Histórico declarado oficialmente, y en los que hemos detectado, mediante un exhaustivo trabajo de campo, las demoliciones‐sustituciones tipológicas; las rehabilitaciones residenciales; los edificios deshabitados, degradados o en ruina; y los solares existentes. Consecuencias derivadas de este trabajo de campo nos permitirán elaborar hipótesis concretas a propósito de la relación enunciada.
3. Presentación de la intervención “’Valoración’ del patrimonio industrial en los grandes proyectos urbanos sobre espacios ferroviarios: entre incomprensión y coartada” (Luis SANTOS GANGES y José Luis LALANA SOTO).
Cuando los espacios ferroviarios se convierten en “objeto de deseo” de quienes toman las decisiones sobre el devenir de las ciudades, se hacen sentir sobre ellos las tensiones derivadas de las expectativas de obtención de rentas inmobiliaria y del valor de oportunidad de los grandes proyectos urbanos. Se olvida con frecuencia entonces que los grandes espacios ferroviarios en las ciudades no son sólo las estaciones para el servicio de viajeros sino, en su mayor parte y sobre todo, los espacios vinculados al manejo de las mercancías (estaciones mercantes, clasificaciones…) y las instalaciones técnicas ferroviarias (depósitos y talleres). Por desconocimiento o por desprecio interesado, sucede a menudo que estos espacios ferroviarios son interpretados como baldíos industriales (brownfield sites o friches industrielles), lo que legitima la formación de grandes proyectos urbanos basados en estrategias de creación de nueva centralidad o de nodos/polos atractivos de tipo up‐town, bien conectados por transporte público con el resto de la ciudad y de la aglomeración.
En estos procesos, aunque la valoración o recuperación del patrimonio industrial ocupa una parte de los discursos en torno a la transformación urbana, se puede observar que su consideración aparece condicionada a las exigencias de un proyecto urbano que se servirá él según su conveniencia, por su bagaje estético, histórico e identitario, incorporando elementos constructivos heredados como envoltorios o excusas testimoniales, sin respetar ni considerar los aspectos que emergerían de una comprensión científica de los valores culturales de lo heredado. En este sentido, podría decirse que el gran proyecto urbano establece con el patrimonio industrial una relación contradictoria de valoración y marginación que refleja bien el conflicto y las relaciones de poder entre los diversos agentes urbanos implicados. Los casos que se pueden considerar son los de Arlés (Francia), Aguascalientes (Ags., México), Sacramento (California, USA), Valladolid (España) e Inchicore (Dublín, Irlanda).