Entre 1950 y 1980 las ciudades europeas asistieron a la construcción de una parte muy importante de lo que, en la actualidad, constituye su espacio urbano continuo. En general, y a diferencia de los crecimientos más recientes, esas áreas aglutinaron fundamentalmente vivienda social (en el sentido más amplio del término), agrupada las más de las veces en tipologías edificatorias colectivas y, a menudo, en morfologías urbanas abiertas (conjuntos de bloques y torres). En muchos países, estos tejidos urbanos han terminado por constituir la imagen característica (y, a veces, fuertemente estigmática) de las periferias modernas.
En el más de medio siglo transcurrido desde aquel momento de construcción masiva de vivienda social en toda Europa, hemos asistido a una serie de cambios interrelacionados que han marcado la situación actual de esas áreas: de un lado, el desmantelamiento del Estado del Bienestar y de las economías socialistas y la emergencia del capitalismo neoliberal, con funestas consecuencias sobre los mecanismos de (re)distribución de la riqueza, incluidos el urbanismo y la vivienda; de otro, las transformaciones objetivas de los barrios de vivienda social de postguerra, que han envejecido con desigual tratamiento, que asisten a un ineluctable relevo generacional (cuando no han sufrido ya profundas transformaciones de signo socioeconómico y cultural) y que han visto cómo sus relaciones espaciales a distintas escalas con los territorios urbanos en los que se insertan han cambiado, al tiempo que lo hacía la estructura urbana de ciudades y aglomeraciones.
Paralelamente, en un campo operativo, se aprecian también diversas reconceptualizaciones de esos barrios de vivienda social modernos. En un extremo, minoritario, algunos conjuntos están siendo objeto, por razones diversas (culturales o económicas, principalmente), de una interpretación de corte conservacionista y tienden a ser sometidos a intervenciones de rehabilitación. En el otro extremo, se perfila la interpretación que va adquiriendo un perfil dominante en el campo de las políticas urbanísticas: “barrios difíciles”, “barrios en crisis”, “barrios vulnerables”, etc. Según esta línea interpretativa, la reunión de declive físico y declive social (propiciada fundamentalmente por los mecanismos capitalistas de distribución de la vivienda) ha precipitado en estos barrios los concentrados de segregación espacial, pobreza, exclusión y conflictividad social más alarmantes de la ciudad contemporánea. Frente a ello, el tratamiento postulado es sintomático, con variaciones según el carácter “integral” (multisectorial) o no (sólo edificatorio) de la “regeneración”.
Con estos elementos, y desde los años 80, los barrios de vivienda social de la segunda posguerra se han constituido como una cuestión de debate en muchos países de la Europa más desarrollada. No es éste, sin embargo, el caso de España, donde se han ido definiendo tardíamente prácticas y políticas urbanísticas específicas (fielmente recogidas en varios artículos de este monográfico) en medio de un contexto de escasa crítica que este número 13 de Ciudades querría contribuir a paliar.
Por eso, este monográfico se planteaba bajo los dos objetivos expresados en su convocatoria. El primer objetivo era difundir los términos del debate europeo y ponerlos en cuestión, intentando centrar la reflexión sobre una aproximación crítica, no mediatizada por los presupuestos de las políticas institucionales, a la complejidad y los valores sociales, culturales, políticos y económicos de las áreas de vivienda social del periodo 1950-1980, y a la (des)consideración de éstos en las políticas, programas y proyectos de “regeneración” o de “rehabilitación” (“integradas” o no) o de “renovación” urbanas.
El segundo objetivo del monográfico era animar la reflexión colectiva en España en torno a la rehabilitación urbana, en particular, la de las periferias de los años 1950-1980, objeto de un interés social y disciplinar creciente y no exento de controversia política, como ha empezado a manifestarse en el debate institucional en torno a la “regeneración urbana integrada” en Europa, auspiciado por el Gobierno de España con ocasión de su presidencia de turno de la Unión Europea.
Lo que este monográfico ofrece finalmente es, en relación con el debate europeo, una panorámica de las políticas de rehabilitación y renovación urbana de Italia, Francia y Hungría, y también de la Unión Europea (a través, principalmente, de la figura de la Iniciativa Comunitaria URBAN); y, en relación con España, un panorama de las políticas e iniciativas de todos los niveles de la administración pública que, como muchos artículos explicitan, tiene un carácter aun incipiente o experimental. Podría entenderse que esta peculiaridad está en el origen de la dificultad apreciable, en términos generales, sobre los artículos referidos a España para sobrepasar la descripción y la crítica operativa específica y profundizar en la reflexión sobre aspectos de mayor calado, filosóficos o estructurales. Sin embargo, en general, en las contribuciones que se refieren a otros contextos nacionales con experiencia más larga y consolidada, o a la política de la Unión Europea, también se perciben ciertas dificultades para profundizar en cuestiones como el significado social, económico y político de la “regeneración de barrios”, el carácter ideológico de los conceptos operativos básicos (“barrios vulnerables”, “regeneración integrada”…) y su articulación en los discursos dominantes, etc.
Aceptemos que estas cuestiones queden aun cerniéndose sobre las contribuciones de este número 13 de Ciudades a un debate que en España deseamos fecundo. Los textos reunidos dan respuestas a preguntas iniciales como ¿qué temas centran el debate actual? o ¿qué conocimiento se ha generado en torno a la experiencia histórica de regeneración de barrios durante las dos últimas décadas? El reto ahora es desarrollar toda nuestra capacidad de análisis y crítica urbanística para ponerla al servicio de una reflexión profunda que esté a la altura de las exigencias de estos tiempos difíciles.
Laguna de Negrillos (León), julio de 2010.