Los espacios libres de uso público como sistema: complejidad y contradicción
Ciudades 26, 2023
SECCIÓN MONOGRÁFICA
Iván RODRÍGUEZ SUÁREZ
Espacios libres indeterminados. El interbloque de los polígonos de vivienda periféricos de Madrid
Ximena ARIZAGA
Espacios de uso público en los conjuntos habitacionales del movimiento moderno: el ambiente urbano en tres casos de Santiago de Chile
Antonio José SALVADOR
El programa Piazze Aperte y la práctica del urbanismo táctico institucional en Milán
Síbel POLAT
Challenges and recommendations in addressing community engagement in public space design in Türkiye
María Paula LLOMPARTE FRENZEL & Marta CASARES
Infraestructura verde y espacios verdes públicos. Reflexiones desde el paisaje en el sistema metropolitano de Tucumán, Argentina
SECCIÓN MISCELÁNEA
María BARRERO-RESCALVO, Ibán DÍAZ-PARRA, Luz del P. FERNÁNDEZ-VALDERRAMA
Clase, trabajo y gentrificación: la experiencia del doble desplazamiento de los trabajadores productivos en Sevilla
Gonzalo ANDRÉS LÓPEZ, Carme BELLET SANFELIU & Francisco CEBRIÁN ABELLÁN
Buscando límites a la urbanización dispersa: metodología para la delimitación de áreas urbanas en las ciudades medias españolas
Fadrique I. IGLESIAS MENDIZÁBAL & José Luis GARCÍA CUESTA
The potential of the creative economy and the future catalytic effect of Amazon HQ2 in Arlington County
Jesús GARCÍA-ARAQUE & Norma DA SILVA
Aproximación cualitativa a los procesos de integración de los extranjeros en Valladolid y a la incidencia del espacio urbano
Mercedes DÍAZ GARRIDO
Osuna en el siglo XVI. Proceso de formación urbana a través del estudio conjunto del plano y de otras fuentes
SECCIÓN FINAL
Rocío PÉREZ-CAMPAÑA
Reseña: Ordenación del Territorio y Medio Ambiente
Miguel RODRÍGUEZ DE RIVERA HERRERA
Reseña: El arte de leer las calles. Walter Benjamin y la mirada del flâneur
Ricardo SÁNCHEZ LAMPREAVE
Reseña: La Gran Vía de Colón de Granada. Reconstrucción del proyecto y obra de una cala urbana. 1891-1931
La convocatoria de este número proponía los espacios libres de uso público como tema de debate. Para ello apostaba por un título quizá provocador y un tanto ambiguo que no se explicaba de forma expresa, si bien la complejidad y la contradicción del sistema de espacios libres de uso público estaba latente ya en los dilemas planteados. Las propuestas publicadas han verificado tales dimensiones aportando visiones de la heterogeneidad de enfoques y problemáticas de un espacio libre (al) público complejo, contradictorio, pero para el que se confía que la comprensión sistémica facilite no sólo el análisis de esa realidad, también la potencial capacidad del todo, superior a la de las partes, para mejorar nuestras ciudades y territorios.
Antes de volver sobre la convocatoria y los aportes que se han hecho a las temáticas propuestas, traemos a colación el célebre título de Robert Venturi por tomar prestados los dos sustantivos, juntos, que él usó para la arquitectura, aunque como él bien señala, muchas otras artes los hicieron propios antes. También insiste Venturi en que su libro se refiere solo a la forma arquitectónica. La forma es también una característica innata al espacio libre público, pero hay muchas otras para las que nos parecen muy oportunos los términos y algunas de las reflexiones que desarrolla al respecto: afirma Venturi que “al aceptar la contradicción y la complejidad defiende, tanto la vitalidad como la validez”, que “un orden válido se adapta a las contradicciones circunstanciales de una realidad compleja” que “no ignora o excluye las irregularidades del programa y estructura”, que “la ambigüedad y la tensión están en cualquier arquitectura de la complejidad y la contradicción”, o que “quizá podamos perfilar del paisaje cotidiano, vulgar y menospreciado, el orden complejo y contradictorio que sea válido y vital para nuestra arquitectura considerada como un conjunto urbanístico” (Complejidad y contradicción en arquitectura, pp. 25, 63, 34 y 168, 1995, 8ª edición en castellano [1966]).
En la convocatoria decíamos que una de las muchas escenas inquietantes que ha dejado la pandemia ha sido la de parques primero clausurados y después pautados por círculos donde ubicar y distanciar entre sí los distintos grupos de convivencia; y en el sentido opuesto, que este tiempo comprimido también ha acelerado y amplificado la valoración medioambiental de estos espacios. La compatibilidad o no de las dos visiones puede sintetizar lo que buscábamos en este número. ¿Podemos hablar de un sistema de espacios libres potenciador de la salud? ¿Hasta dónde y con qué claves dicho sistema puede ser detonante o motor de la regeneración urbana, o, por el contrario, adaptarse al statu quo, con el greenwashing como reforzador de procesos de gentrificación y desigualdad socioespacial?
En referencia a la primera cuestión, no es extraño que el asunto de la salud urbana, como tema protagonista del número previo (Ciudades 25. Caminos hacia una ciudad más sana), ya haya dado artículos en esta dirección centrados directamente en el espacio libre público, o haciendo recaer sobre él buena parte de las “soluciones” propuestas. Estos dos lo hacen de pleno: “Prevención en salud desde el diseño del espacio público. El proyecto URB_HealthS como experiencia de transferencia de conocimiento” (de María Cristina García-González, Ester Higueras García, Cristina Gallego Gamazo, Elisa Pozo Menéndez &Emilia Román López); y “Valoración de la proximidad a las Zonas Verdes Urbanas de la ciudad de Zaragoza como estrategia de adaptación a situaciones pandémicas” (de Natalia Bolea Tolón, Raúl Postigo Vidal & Carlos López Escolano); pero prácticamente todos los artículos del número contaban en sus discursos con la capacidad sanadora, preventiva o curativa, de los espacios públicos (del urbanismo activo, al de proximidad, a los caminos escolares etc.). Animamos a revisarlos.
Con relación a la segunda cuestión, podemos ver el espacio público como síntoma o como detonante de otras muchas realidades características de lo urbano contemporáneo, global y local. En estos momentos de crisis socioambiental, por un lado, parece que se depositan muchas expectativas y se confía en la capacidad salvífica de los espacios libres públicos per se, aunque por otra, desde hace tiempo, se presagia la muerte del espacio público, de todo él en general (citando otro referente, M. Sorkin, ed., Variaciones sobre un parque temático. La nueva ciudad americana y el fin del espacio público, 2004 [1992]). Las distintas denominaciones del objeto en cuestión (espacios libres, colectivos, co-lugares…) y más aún si incorporamos el asunto de la forma o del verde (plazas, parques, zonas verdes…) inciden en una u otra orientación y a veces eluden el compromiso con otras. Es imposible prestar atención por igual a tantos temas en un mismo discurso, pero, como veremos, puede ser muy interesante hacer lecturas transversales entre algunas de las propuestas presentadas, cambiando ángulos de visión. Alertábamos en el lanzamiento de la reflexión de Sennet sobre la construcción del Central Park como alternativa amarga, de alivio, a la complejidad de la vida urbana que se experimenta en la calle (en La conciencia del ojo, 1990). En cualquier caso, ambos, calle y parque, de momento mayoritariamente los asociamos al espacio público como bien común (Lefebvre).
Citábamos también en la convocatoria dos publicaciones del Instituto Universitario de Urbanística de la Universidad de Valladolid de hace aproximadamente una década: Espacio público en la ciudad contemporánea. Perspectivas críticas sobre su gestión, su patrimonialización y su proyecto (Mireia Viladevall i Guasch & María Castrillo Romón, coords., 2010); y el número 1 de la serie Dossier Ciudades, “Corredores Ecológicos” (Luis Santos y Ganges & Pedro María Herrera Calvo, coords., 2012), compilatorios de voces diversas que pueden ser una buena excusa para invitar a reflexionar sobre trayectorias y realidades de los espacios libres de uso público en estos diez años y sobre su futuro, con riesgos, desafíos y oportunidades muy diversos. Además, las dos publicaciones nos sitúan bien en los dos extremos de la reflexión sobre un sistema de espacios libres extendido que, bajo el paraguas de la denominada infraestructura verde, puede abarcar todo el territorio conectado, si bien las claves de análisis, servicio y uso necesariamente serán diferentes si queremos interpretar su esencia urbana, metropolitana, o incluso rural. Por último, nos preguntábamos si tras la experiencia tan corpórea de reencuentro con los espacios libres post-confinamiento, podría ser esta una oportunidad única para afianzar las teorías ecofeministas en torno al cuidado mutuo y de nuestro hábitat común. Finalmente, no se ha podido publicar ninguna propuesta en este sentido, si bien las esperamos en futuros números.
La selección que ha resultado para la sección monográfica no es extensa, cinco artículos, pero consideramos que en todos ellos subyacen las dimensiones complejas, contradictorias y sistémicas que demandaba la convocatoria. Los autores y autoras han ido detectando, desde perspectivas diversas, contradicciones, complejidades y muchos valores en la observación, planificación, proyecto, gestión y sobre todo capacidad para ser usados, practicados y habitados distintos tipos de espacios libres. Son artículos ricos en matices, de cinco procedencias geográficas distintas, los cinco mirando a procesos que parten de momentos diversos en el tiempo, pero todos desde el presente, entre los que se entrecruzan problemáticas y aprendizajes a futuro. En particular, el primero y el segundo sobre tejidos similares de bloque abierto, y el tercero y cuarto sobre procesos participativos diversos, podrían establecer respectivamente diálogos muy interesantes. También coincide el tipo de tejido del caso de estudio del tercero con el del primero y segundo, aunque el foco de atención en aquel no surja por la morfotipología, y los tres casos, a su vez, están en momentos diversos de procesos de degradación-regeneración urbana. Avanzamos algunos enfoques de forma particularizada.
En el primer artículo, de Iván Rodríguez Suárez, de la Universidad Politécnica de Madrid, la indeterminación morfológica y sobre todo la jurídica parece ser la causante, curiosamente, de la falta de funcionalidad clara de los espacios libres interbloque de algunos polígonos de vivienda funcionalistas en la primera periferia de Madrid. Las incertidumbres jurídicas sobre la titularidad del suelo no ocupado han servido de excusa para congelar sus posibilidades de mejora y su mantenimiento. El autor hace un trabajo minucioso de reconstrucción del proceso legal sufrido por estos polígonos desde su origen hasta hoy y de cómo el planeamiento ha intentado abordar esa indeterminación tanto en la mejora interna como en su integración en la ciudad. A pesar del hándicap jurídico, no renuncia finalmente a expresar la oportunidad que supone trabajar con estos espacios “en el contexto actual de emergencia sanitaria, energética y climática”, pasando de las complejidades y contradicciones intrínsecas a los procesos a la necesaria visión sistémica: “El planeamiento general y la gestión integrada de los patrimonios públicos de suelo, tratando de redistribuir rentas a escala urbana, podrían contribuir a solventar los problemas y aprovechar las oportunidades de estos tejidos”.
En el segundo artículo, Ximena Arizaga, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, lo que reconstruye con atención es el ambiance (según Augoyard, “característica emergente de la relación entre el espacio físico y sensible, los usos y las prácticas habitantes”) de tres conjuntos habitacionales del movimiento moderno, también de torre y bloque, en Santiago de Chile. Y lo hace a partir, primero, del análisis planimétrico, y después, de la observación recurrente de sus espacios libres, con el fin de identificar usos y ambientes destacados; usos entre el destino (legal) que se permite y las prácticas que se dan, usos cargados de sentido, que dan sentido al espacio. Así, lo que en el primer artículo a priori es un problema, aquí, en cierto modo, se valora, expresado como “entrega de un espacio colectivo generoso, abierto y permeable al resto de la ciudad colindante”, frente a los actuales complejos de torres equipadas “de uso exclusivo y privativo”. Se obvia la propiedad (aunque podríamos preguntarnos por ella) para poner el foco en las características morfológicas que favorecen un tipo u otro de prácticas y que en la síntesis determinan los “ambientes”. Concluye la autora que hay coherencia (entendida como ausencia de contradicción) cuando el espacio está adaptado a los usos que acoge, y esos usos, junto con características espaciales y sensibles, propician prácticas activas del espacio público. Precisamente, de la clasificación que hace en plazas, conectores, remansos y retazos destaca la preferencia por los espacios que menos se ajustan a los arquetípicos, frente a la plaza “explanada”, los remansos en la vereda, una pausa en el camino, y los conectores, con el sueño de la ciudad tridimensional en los elevados que, pese a sus problemas, ofrecen múltiples oportunidades. Es esta una investigación centrada en las cualidades espaciales y sociales de espacios de mediación entre la intervención privada y el espacio público y su posible nueva vida que permita avanzar hacia la mejor comprensión de las claves de una “buena densidad”.
El tercer artículo se centra en el proceso de participación para el (re-)diseño de la Piazza Gasparri, en el barrio de la Comasina, construido en los años cincuenta en la periferia milanesa según postulados del CIAM. Antonio José Salvador, del Politecnico di Milano, reconstruye y evalúa dicho proceso como parte del programa Piazza Aperte, una de las estrategias prioritarias dentro del plan de gobernanza territorial, que persigue “transformar espacios locales de baja calidad postulados por colectivos ciudadanos”. El programa recurre al denominado Urbanismo Táctico como herramienta experimental para una primera transformación provisional del espacio público, mayoritariamente por voluntarios y a bajo costo, colocando a los promotores que surgen desde la sociedad civil no como meros usuarios, sino como protagonistas del proceso; evaluando en una siguiente fase su posible paso a permanente. El autor, tras analizar los distintos cuestionamientos de la institucionalización de una práctica que surgió como subversiva y alternativa, describe pormenorizadamente el proceso seguido en el caso de estudio, incluidas perspectivas de sus protagonistas vecinales, conscientes de que no representan la multiculturalidad del barrio y con incertidumbres sobre su relevo generacional. Las reflexiones finales vuelven sobre un tipo de proceso complejo y multidimensional que la administración puede infravalorar y acabar transformando en un plan más, pero que también puede dar excesiva responsabilidad a grupos protagónicos intermediarios y agudizar “prácticas asimétricas”.
De temática pareja, el asunto de la participación, pero a priori en medio de procesos muy alejados del milanés, es el cuarto artículo. Síbel Polat, profesora de la Bursa Uludağ Üniversitesi (Turquía), evalúa en paralelo tres casos de rediseño de espacios libres públicos, muy distintos entre sí, de tres ciudades turcas. A pesar de la disparidad de escalas, lugares y procesos, en los tres se reconoce algún elemento de participación significativo en el avance en la implicación ciudadana de la sociedad turca. El análisis se hace para los tres casos de forma sistemática según cuatro dimensiones o etapas del proceso: el contexto legal e institucional, los instrumentos disponibles para la participación, la coordinación entre agentes y la implementación del diseño urbano. En las distintas etapas aparecen numerosos temas sobre procedimientos participativos y sus contradicciones, trasladables a casi cualquier escala y cultura: si una cultura de la participación implica una educación en la misma, las incógnitas que provocan las herramientas digitales en la transparencia de los procesos, las diferencias entre informar, implicar o tener capacidad decisoria, los tiempos de la participación frente a los de las agendas políticas, etc. Como dice la autora, el trabajo pretende encontrar nuevas vías de fortalecimiento de la participación ciudadana en el diseño del espacio público que contribuyan a su mayor calidad para ciudades sostenibles. Seguro que los interrogantes que surgían de la investigación previa del caso milanés, aparentemente en un momento más evolucionado de los procesos participativos, también pueden contribuir a ello.
Por último, el quinto artículo del monográfico, de María Paula Llomparte Frenzel y Marta Casares, de la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina), amplía el foco para abordar las contradicciones que nos devuelve la potencial infraestructura verde del sistema metropolitano de Tucumán, en particular en el que denomina territorio interfase urbano-rural. Las autoras defienden que conceptualizaciones de lo urbano desde el paisaje, junto con instrumentos como la infraestructura verde, pueden cambiar el modo de abordar relaciones entre territorios; por el contrario, la falta de una visión integradora, con adecuados mecanismos de gobernanza interjurisdiccional provoca la agudización de la vulnerabilidad social y ambiental. Así sucede en franjas interfase rural-urbana del sistema metropolitano de Tucumán, donde, a pesar de la presencia de elementos de gran valor como infraestructura verde, se multiplican las paradojas. En unos casos, es el mercado el que se apropia del discurso de una “relación más armoniosa con la naturaleza” para el desarrollo inmobiliario sobre suelos frágiles, lo que a la vez impide el acceso a buena parte de la población de la sierra. En otros casos, los valores ambientales quedan desprotegidos por la ocupación informal, a la vez que se agudiza la vulnerabilidad social de estas ocupaciones por la falta de espacios verdes de proximidad. Al menos, los conceptos e instrumentos de la infraestructura verde han ayudado a las autoras a evidenciar los desequilibrios socioambientales, confiando en que también contribuyan a subsanarlos y establecer vínculos entre sociedad, naturaleza y medio construido más armónicos.
Como decíamos al inicio, las lecturas cruzadas pueden ser múltiples: táctica, estrategia, forma, propiedad, lo próximo y lo sistémico, densificación urbana y dispersión rural, imaginarios negativos y positivos asociados a unos u otros tipos de tejidos y de sus espacios libres asociados, en la “plaza”, en una infraestructura verde-parque capaz de ser apropiada, en el remanso interbloque, regular o no regular voluntades… En definitiva, los cinco artículos se debaten entre la apropiación selectiva y el compromiso con lo común de cada una de las agendas, individuales y colectivas, que intervienen en la definición de los espacios libres de uso público, desde el diseño y la gestión a las prácticas. Esta panorámica diversa presenta procesos reconocibles casi en cualquier parte y, por tanto, de los que se puede aprender e intercambiar experiencias, pero que se expresan a partir de un contexto jurídico, social, político y ambiental específico, que necesita ser comprendido. Recordando esa procedencia geográfica distinta de cada una de las propuestas (en orden: España, Chile, Italia, Turquía y Argentina), podemos preguntarnos cuán lejos o cerca nos sentimos de esas realidades y nos identificamos con sus técnicas y con sus prácticas.
En esta ocasión, el apartado de miscelánea ha sido muy fructífero, y contamos con otros cinco artículos de temáticas urbanas y urbanísticas diversas de gran interés. María Barrero-Rescalvo, Iván Díaz-Parra y Luz del P. Fernández-Valderrama, de la Universidad de Sevilla, nos enfrentan al doble proceso de desplazamiento que sufren las clases trabajadoras artesanas desde el centro de Sevilla en un contexto de gentrificación y desarrollo turístico; primero la expulsión residencial, y después del trabajo artesano, dos procesos que se retroalimentan, provocando a su vez la desaparición de los espacios productivos del centro y el fomento de una economía especulativa e improductiva. Podríamos entrever cierta relación o tensión entre los fenómenos que constata esta investigación y los que se podrían provocar respecto a las potenciales expectativas para las “clases creativas” de la anunciada instalación en el condado de Arlington (Virginia) de una nueva sede principal de Amazon, asunto en el que se centra el artículo de Fadrique I. Iglesias Mendizábal y José Luis García Cuesta, de la Universidad de Valladolid. Por su parte, Gonzalo Andrés-López, Carme Bellet Sanfeliu y Francisco Cebrián-Abellán, desde las Universidades de Burgos, Lleida y Castilla-La Mancha respectivamente, presentan una ambiciosa propuesta de delimitación de áreas urbanas de ciudades medias españolas con la determinación del Índice de Transformación Urbana de dichas áreas, todo ello a partir del análisis cartográfico junto con datos estadísticos múltiples, aplicando su metodología sobre 34 ciudades interiores en el período 2000-2020. Confían en que los indicadores que resultan de este método faciliten el diseño de estrategias intermunicipales más eficaces en términos de sostenibilidad. Por su parte, Jesús García-Araque y Norma Da-Silva, desde la Universidad y Juzgados de Valladolid, analizan la integración de la población extranjera en esta ciudad y su traslación espacial por barrios, a través de una aproximación cualitativa, con entrevistas a personas extranjeras y a personal de asociaciones relacionadas, observando cómo la preocupación por el empleo condiciona la percepción de integración. Finalmente, Mercedes Díaz Garrido, de la Universidad de Sevilla, reconstruye el plano de la ciudad de Osuna en el siglo XVI a partir de fuentes documentales, arqueológicas y el propio estudio y dibujo de la forma urbana como método tanto de conocimiento sintético de lo existente como de incorporaciones futuras en un aprendizaje constante de la ciudad como construcción histórica.
Finalmente, completan este número tres reseñas de tres libros recientes de características y autoría diversas. En el primero, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente (2022), 41 autores y autoras reflexionan sobre una disciplina, técnica y política transversal y su futuro. En el segundo, El arte de leer las calles. Walter Benjamin y la mirada del flâneur (2021), su autora, Fiona Songel, estudia la evolución de la urbe de los siglos XIX y XX, con el flâneur como objeto de análisis a través de los textos de Walter Benjamin; es ese flâneur, fruto de la ciudad moderna, el que en su vagabundeo urbano “botaniza el asfalto”. En el tercer y último libro reseñado, La Gran Vía de Colón de Granada. Reconstrucción del proyecto y obra de una cala urbana. 1891-1931 (2021), su autora, Roser Martínez Ramos e Iruela, consigue trasladar de forma original los resultados de su tesis doctoral sobre “el proceso proyectual y constructivo seguido para la materialización de la moderna Gran Vía granadina”.
Ante los desafíos ambientales y sociales del tiempo histórico en que estamos, la revista Ciudades sigue apostando por construir un conocimiento sobre lo urbano que facilite afrontarlos. En esta ocasión, hemos puesto el foco en las complejidades y contradicciones del espacio libre público como sistema, donde descansa el espíritu vivo o moribundo de la vida (urbana). Si confiamos en la permanencia de ésta, el espacio libre público seguirá siendo un tema inagotable de investigación, aunque, sorprendentemente, no haya tantos artículos recientes en revistas académicas al respecto como cabría esperar. De las contribuciones que aquí se presentan la revista concluye que para caminar hacia un espacio libre público (y gratuito) vital hacen falta compromisos de todo tipo, de gobernanza, de los cuerpos técnicos y las administraciones, de la ciudadanía, y proyectos, planes y estrategias que no homogeneicen sujetos ni territorios.
Valladolid, mayo de 2023.
Avda. Salamanca, 18 47014 · VALLADOLID (España) +34 983 184332 iuu@institutourbanistica.com