Datos
Entidad contratante: Ayuntamiento de Zamora.
Coordinador: Juan Luis de las Rivas Sanz
Fecha de inicio: Febrero de 1996
Fecha de finalización: Diciembre de 2000
Entidad contratante: Ayuntamiento de Zamora.
Coordinador: Juan Luis de las Rivas Sanz
Fecha de inicio: Febrero de 1996
Fecha de finalización: Diciembre de 2000
Fruto de un Convenio entre el Excmo. Ayuntamiento de Zamora y el Instituto de Urbanística de la Universidad de Valladolid sobre la colaboración del Instituto de Urbanística en el desarrollo de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad de Zamora y de su término Municipal, y en colaboración con los equipos técnicos del Excmo. Ayuntamiento de Zamora.Una de las principales condiciones de la ciudad y del municipio de Zamora, de cara al futuro, es su posición desplazada de los lugares de centralidad, los de mayor concentración de actividad, tanto del Estado como de la Región. Situada la ciudad en el corazón de una rica campiña, en un espacio de tradición agrícola y ganadera, en la frontera con Portugal, no puede hablarse sin embargo de la ciudad, estrictamente, como de un espacio en decadencia. Zamora ciudad ha crecido con ritmo constante: en 1900 contaba con 16.287 habitantes, en 1950 con 38.320 habitantes, y en 1991 con 68.202 habitantes. Un crecimiento continuado que se corresponde, sin embargo, con un progresivo vaciamiento y empobrecimiento de los pueblos de su comarca. Zamora tiene estabilidad en su condición de capital de provincia, como centro de servicios, centro administrativo y comercial de la provincia.
Zamora se configura como una ciudad de pequeño tamaño a escala europea, con una fuerte vocación terciaria, administrativa y fronteriza. Las funciones urbanas de Zamora aparecen vinculadas a su papel de gran centro terciario provincial, suministrador de servicios y equipamientos a unas extensas áreas rurales donde aún residen más de cien mil personas. A nuestro juicio, Zamora es una ciudad bien dotada de servicios para su escala. Lo que nos parece de gran relevancia es tener en consideración que este tipo de ciudades – atendiendo a su rango y condiciones históricas – dependen totalmente en su atractivo potencial de factores cualitativos: cualidad del ambiente urbano, como espacio agradable y de alta calidad paisajística y/o arquitectónica; y cualidad de su funcionamiento como ciudad. Ambos factores están muy comprometidos por el desarrollo urbano de los últimos años: un relleno irracional de los huecos y vacíos interiores, con alta densidad, poca calidad arquitectónica y complejo desarrollo funcional, con escasez de inversiones en infraestructuras – salvo Cardenal Cisneros – que modelen el impacto de lo nuevo. El potencial de Zamora, de la calidad de su tejido histórico y de la potencialidad del paisaje, que crea un singular emplazamiento, debe ser aprovechado con un desarrollo urbano coherente y eficiente, moderado y discreto.
La primera acción que orienta el modelo territorial está en la protección del paisaje del municipio de Zamora que el Plan General establece. Los objetivos generales del Plan general confluyen en su vocación de fomentar un desarrollo armónico, equilibrado y eficiente de la ciudad y de su territorio vinculado. Para ello es imprescindible la ejecución de las infraestructuras necesarias, capaces de servir con eficacia a ese desarrollo.