Los cambios en la escena urbana del centro histórico de Valladolid. El Barrio de San Martín

El barrio de San Martín es uno de los primeros que se crean a extramuros del núcleo originario de la ciudad de Valladolid y fue el barrio en el que se asentó la población musulmana en la ciudad durante la edad media. La antigua ermita de San Martín del siglo XII se convirtió en una iglesia de la que sólo se conserva su torre del siglo XIII, románica, pero con arcos ya apuntados. El resto del templo primitivo fue demolido y la actual iglesia se concluye en el siglo XVII. A pesar de la cercanía a lugares de gran relevancia histórica, el barrio de San Martín siempre mantuvo su carácter popular hasta bien entrado el siglo XX. 

Los cambios en los espacios públicos del barrio de San Martín dividen su historia en dos periodos claramente diferenciados; el primer periodo de 1960 hasta 1983 y, el segundo periodo, de 1984 hasta la actualidad. 

Proceso de sustitución. Años 60-70. 

El barrio de San Martín, perteneciente al centro histórico de Valladolid, ha sufrido cambios en su configuración estética a lo largo de los años, pero no será hasta los años 60 y 70 cuando se lleve a cabo, no solo la transformación espacial de la ciudad, sino también una profunda transformación de su interior, su casco histórico y en este caso, en el barrio de San Martín.

Iniciamos la ruta por el casco histórico de la ciudad con el objetivo de descubrir cómo cambiaron los edificios públicos de alguno de sus barrios. Nos ubicamos en la calle del Camarín de San Martín, una de las mejores conservadas del centro histórico por su trazado medieval. Si nos adentramos podremos observar al final de esta uno de los edificios de los años 60 de mayor altura y volumen en comparación con el resto de edificaciones históricas originarias. En este momento comenzaremos a ser testigos de una nueva realidad para el barrio.

El geógrafo e investigador Miguel Pastor Coello indica sobre este proceso que “ es un fenómeno que se produce en un proceso especulativo sin precedentes , llevado a cabo durante el franquismo en muchos cascos históricos españoles”.

Ese proceso especulativo fue el responsable de derruir gran parte del casco histórico de Valladolid. Al ser una ciudad extensa y plana, su bocado urbanístico se encontraba en el centro histórico de la urbe por lo que resultaba factible destruir y generar negocio inmobiliario.

Edificio con más de veinte años de antigüedad que será modificado este año por una inmobiliaria 

Solo entre 1970 y 1974 se derribaron 484 edificios y se construyeron cerca de 10.000 nuevas viviendas en el casco histórico. Muchas de esas nuevas viviendas fueron “viviendas subvencionadas”, es decir, vivienda financiadas por el Estado para el “acceso a la propiedad” de clases populares.

Estos cambios sustitutivos fueron notables en calles de renombre de la ciudad de Valladolid como la calle Torrecilla, muy importante porque combina los edificios construidos en los años 70 con la huella que dejó la arquitectura del siglo XVI. También presentes en calle Esgueva, calle de los Moros o calle Padilla, entre otras. 

Esta primera etapa queda perfectamente reflejada en las palabras de Miguel Pastor en su recorrido por el propio barrio.

Un nuevo planeamiento. Desde los años 80 hasta la actualidad.

A principios de los 80 comienza a desarrollarse el Plan General de Ordenación Urbana del casco histórico, que no se aprobará hasta 1997, después de ese periodo sustitutivo de edificios históricos por esas nuevas construcciones más elevadas y con un mayor volumen.

Este Plan General de Ordenación Urbana surgió debido a que la Ley de Patrimonio obligaba a “redactar un Plan Especial de protección u otro instrumento de planeamiento” a todo municipio que contara con un Conjunto Histórico-Artístico declarado, como había sido el caso de Valladolid en 1978.

No todas las rehabilitaciones que se llevaron a cabo fueron tan desastrosas como en la etapa anterior. En esta intervención de la calle San Martín se puede observar cómo se ha respetado el aspecto de la fachada debido a que se siguió con bastante exactitud lo que regía el nuevo planeamiento.

Edificio histórico de 1986 de la calle San Martín

Edificio histórico rehabilitado de 2024

En los 2000 ese cuidado por mantener las fachadas de los edificios históricos se perderá, contribuyendo a la “rehabilitación” de edificios que nada tienen que ver con su apariencia en el año 1986. Este será el inicio de una nueva oleada de sustituciones, ya no tan pronunciadas como en 1960-1970, pero que ayudará en esa pérdida de patrimonio edificado.

A pesar de las graves consecuencias que dejó esa etapa en su tejido histórico, Valladolid ha conseguido mantener una ciudad histórica de gran porte y extensión que sigue siendo el centro funcional de la ciudad y en el que se conserva un patrimonio cultural de importante valor.

¡Saber más!

• El «vaciamiento demográfico» en el barrio San Martín alcanza su culmen hacia 1960-1970 pero la «reocupación» fue rápida gracias a esa potente inyección de vivienda subvencionada en el período 1960-1985. Además, la población total del barrio de San Martín también se incrementó entre el 2001 y el 2011 debido a que se incluyeron dos nuevas manzanas bastante pobladas que antes se encontraban fuera del barrio.

• En los años 80, con el desarrollo del Plan General de Ordenación Urbanística, se pondrá en marcha algunas rehabilitaciones del patrimonio edificado tradicional que, en algunos casos, serán positivas para el barrio. Un ejemplo de estas fueron las dos Viviendas de Protección Oficial (VPO) para alojar a clases populares, ubicadas en el barrio de San Martín.

• Existen dos pequeñas tabernas de 1986 que actualmente conservan su edificación. Este es el único edificio histórico que queda en el barrio y está situado en la plaza de San Martín en el centro de Valladolid.

• El barrio de San Martín, sobre todo la calle Padilla, era el “barrio chino” de la ciudad. Los bares de alterne cerraron sus puertas en 1984. En las viviendas situadas encima de estos locales se ejercía la prostitución, pero la mayoría de estas fueron demolidas en esos años.

Belén Lafuente Miranda, Instituto Universitario de Urbanística.